Educar en la diversidad. Una escuela sin exclusiones
Educar en la diversidad. Una escuela sin exclusiones
08 Oct
Para que una educación sea Inclusiva, se deben crear espacios educativos en donde todos participen y trabajen juntos, esto quiere decir que en todo momento se debe identificar y aceptar que todas las personas aprenden a su manera, por lo tanto se debe trabajar en base a su condición, sus conocimientos y a su ritmo de aprendizaje, lo que va a provocar que los estudiantes sientan la confianza de trabajar y participar en todas las actividades sin problema alguno porque todas deben estar adecuadas al alumno.
Para que una escuela homogénea logre transformarse en una heterogénea, se debe aceptar la diversidad y entender que los trabajos y actividades que se realicen deben ser llevadas a cabo con las modificaciones necesarias para que cada uno de los alumnos logre cumplir con el trabajo. Las actividades deben dejar de ser diseñadas para todos en general, sino que deben ser planeadas en base a lo que requiere cada alumno.
Para que una escuela pueda propiciar la atención a todo el alumnado debe ser accesible para todos, desde la estructura de la institución, que existan rampas, debe contar con material adecuado para todos, aulas de fácil acceso .
Para que una escuela pueda ser Inclusiva, se debe transformar el pensamiento de la comunidad escolar y la sociedad en general, para que se logre comprender que todas la personas tenemos derecho a la educación independientemente de la condición, todos deben ser tratados con respeto. Teniendo esto, se puede pasar a la transformación de las instituciones y dejarlas accesibles para todos.
Toda la comunidad escolar debe participar en este cambio, primeramente aceptando la diversidad y en base a eso poder fomentar el respeto en la sociedad y pueda existir la Inclusión que tanto esperamos.
Los valores esenciales para una escuela Inclusiva son: Respeto, empatía, amabilidad, solidaridad y tolerancia
Una escuela Inclusiva debe ser aquella que acepte y eduque a todos los niños y niñas, adecuando material y programas que logren satisfacer las necesidades de los estudiantes. Comprender que cada uno tiene un ritmo diferente de aprendizaje y trabajar lo necesario para que tengan una educación de calidad.